La alimentación del caballo en invierno

Los cuidados de todo tipo de animales varían en cierta medida en cada cambio de estación. Esto se debe a que las necesidades de los animales no son las mismas en invierno que en verano. Y los caballos no iban a ser menos. Por ello, hoy analizaremos cuáles son algunos de los cuidados y la alimentación del caballo en invierno.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que los caballos necesitarán un mayor aporte de energía en esta época del año. La razón de este aumento de energía es para poder mantener su temperatura corporal y el buen estado de su sistema inmunológico. Y a continuación veremos algunas de las formas de hacerlo mediante la comida.

Nociones básicas que debemos conocer de la alimentación del caballo en invierno

Lo primero que debemos tener en cuenta con respecto a la alimentación del caballo en invierno es que se debe aumentar la cantidad de pienso y comida. Al consumir una mayor cantidad de forraje y de pienso aumentará sus reservas de calorías. También su energía y aumentará su temperatura corporal.

En este sentido, no es recomendable limitar la alimentación de los caballos en esta época del año, aunque tengan algo de sobrepeso. Y es que esos kilos que pensamos que están de más les ayudarán a mantener la temperatura corporal.

Todo esto es aún más importante para los caballos de competición. Este tipo de caballos realizan un exhaustivo ejercicio a diario durante los entrenamientos y luego en las competiciones. Por ello no es de extrañar que sean precisamente ellos quienes necesiten una mayor cantidad de comida y por tanto de energía durante la época invernal.

Más allá de todo esto, existen otras recomendaciones fundamentales para la alimentación del caballo en invierno. Durante estos fríos meses será necesario aumentar la cantidad de fibra en su alimentación. Alimentos como la remolacha, la alfalfa o el salvado de trigo serán nuestros aliados para conseguir este objetivo. Y es que además de mejorar su tránsito intestinal, la fibra les ayudará a aumentar la temperatura corporal. El motivo es el mayor esfuerzo digestivo realizado por su organismo.